Los exitosos “Conciertos para llevar” nacidos de La Blogothèque del francés Vincent Moon han regenerado la realización de videoclips de manera fulminante. Como productos híbridos suman relaciones entre distintos géneros audiovisuales y escapan de las definiciones encasilladas. ¿Son videoclips o documentales? ¿Es cine amateur? ¿Cómo han alcanzado lo masivo a partir de una poética tan del detalle?